«un grito también es una casa es el resultado de una exploración en las imágenes del lenguaje donde medida, distancia y temporalidad hacen del espacio doméstico ?ese que existe entre los objetos corrientes? uno consciente del cuerpo. Aquí ?decir? se revela como un juego de tensiones entre forma y contenido y muestra la escritura como una estructura que redefine trayectorias, suspende vacíos e imagina la pérdida como una patología cotidiana. Todo lo que parece silencioso nunca deja de hacer ruido. un grito también es una casa es visto por su autora como el cierre de un tríptico sonoro ?iniciado con Torchlusspanik (2016) y seguido por Un sonido amarillo (2021)? en el que conocimiento, erotismo y sueño se (con)funden.» ?AUB