Las singulares piezas narrativas que Leonardo Aguirre ofrece en este volumen son una desafiante y lograda apuesta por la excelencia formal en la creación literaria. En efecto, Aguirre nos propone una exploración lúbrica y lingüística, en el sentido estricto de las palabras, de los intríngulis carnales más desaforados que imaginarse pueda.
Siempre en las antípodas de la corrección política, que tiene atenazadas las conciencias de nuestro tiempo, Aguirre sigue el camino que le dicta el instinto: el de la sensualidad del lenguaje, en especial de la replana popular ?su principal herramienta?, y con ese barro esencial moldea historias en las que tan importante como lo que se narra es la sonoridad de las palabras. Un ritmo sensual y envolvente domina la atmósfera en la que respiran rítmicamente sus personajes, una respiración que por momentos semeja el jadeo de los amantes. Corresponde al lector paladear cada frase, retroceder, avanzar en el trangresor juego que propone nuestro autor, y terminar de componer, de esta manera, los lances amorosos que aguardan para su goce en estas páginas.
El lenguaje provocador de Aguirre ?siempre festivo, siempre musical, un variadísimo repertorio de sorprendentes acrobacias? convierte la lectura de estos relatos en una experiencia estética y libidinal sin parangón.