En este poemario, se construye una atmósfera hostil para un sujeto extranjero a través de una geografía y un clima marcados por la nieve, el frío, la oscuridad. Estos elementos aluden a la adversidad, al desamparo y a la soledad que sufre el yo poético en un territorio extraño, el cual se aferra a memorias y lazos familiares. La migración no es algo que se desea, consiste en abrirse paso con dificultad entre la nieve, lidiar con las ratas en la estación de tren y con una lengua ajena que imprime una alteridad y vulnerabilidad en el sujeto.