«El ruido de las olas. Los botes meciéndose a lo lejos. El mar es una cosa seria».
Mediados del siglo ??. En el norte de Chile, un niño aprende a nadar en las aguas del río Loa junto a sus amigos. Posee una destreza y una resistencia respiratoria inusuales que lo llevan a convertirse en buzo pescador en una pequeña caleta, donde comparte faenas con los boteros y aprende a sortear las dificultades del oficio y las inclemencias de la naturaleza, y también a hacer vida de familia. Con el tiempo, se lanzará a competir en torneos de caza submarina y a lucirse en un mundial de la disciplina que se organiza en el país. Todo esto mientras, a lo lejos, se dejan sentir las agitaciones sociales que traerían los años sesenta y setenta. Tras haber desarrollado una exitosa carrera, Chungungo Martínez -tal es el nombre del protagonista de Tierra de campeones, la tercera novela de Diego Zúñiga- se enfrenta a un descubrimiento que marcará el resto de sus días y lo conducirá a una especie de desértica temporada en el infierno, una deriva tan inesperada como perturbadora.