Un edificio terriblemente poblado en Lima que adopta un curioso y macabro método de administración interna. Una mujer celosa que recurre al oso de peluche que le regaló su novio para saber si le es fiel. Un hombre gordo que encuentra en la fuerza de la gravedad una forma de sustento en una época de crisis.
Estas son algunas de las historias lindantes con lo fantástico que Gustavo Rodríguez acumuló en este libro, producto, según él, de hechos reales que le tocó oír o espectar.