En el Carnaval de Pasto de 1966, un ginecólogo cincuentón, historiador amateur y crítico de Bolívar, ordena la construcción de una carroza para el desfile. En ella, el Libertador aparecería coronado de emperador, conduciendo un carromato halado por doce ninfas, rodeado de estampas alusivas a la traición a Miranda, el asesinato de Piar, la muerte de Padilla y los errores militares del Libertador.
Pero ni siquiera en el carnaval se toleraría una burla contra Bolívar. El obispo, el coronel, la Iglesia y la guerrilla, todos concuerdan en que eso es una afrenta.
El libro se refiere a los asesinatos e incendios perpetrados por el Ejército Libertador en las guerras de Independencia, como la Navidad Negra, masacre cometida a órdenes de Sucre en 1822, y de la que pocos se atreven a hablar.
Más que una novela sobre Bolívar, este es un libro sobre la mentalidad de los colombianos, que prefieren vivir de apariencias antes de cuestionar los mitos fundacionales.